La madera está clasificada según su tratamiento a autoclave, el tipo de madera apropiada dependerá del uso que se le dará y el lugar donde será exhibido, ya que es un elemento vivo, es susceptible a ser atacados por agentes degradadores externos, como los siguientes: organismos xilofagos, la humedad, y la incidencia del sol.

El tratamiento aplicado se clasifica en 4 categorías (clases de riesgos)  que pueden ayudar a identificar la más convenable por cada caso.

El tratamiento a autoclave se basa en introducir agentes protectores al interior de la madera a través de autoclave a vacío, a presión o autoclave doble vacío, con el objetivo de aumentar la durabilidad de esta frente a los elementos xilofagos 

Existen 5 tipos de tratamientos a autoclave, definidos como clases de riesgo:

• Clase de riesgo 1: madera protegida, totalmente protegida de los intemperies y no expuesta a  la humedad. 
  Por ejemplo: mobiliario y los suelos de interior
• Clase riesgo 2: situación en la cual la madera está segura y totalmente protegida de los agentes atmosféricos pero con humedad ambiental muy elevada ocasionalmente, que puede conducir a una humidificación superficial no persistente.
  Por ejemplo: madera de cocinas y salas de baño
• Clase riesgo 3: situación en la cual la madera está descubierta, expuesta a los agentes atmosféricos externos, pero no está en contacto con la tierra, la exposición a los intemperies provoca que las maderas alcancen un porcentaje de humedad superior a 20%.
  Por ejemplo: carpintería de exteriores, los aleros…
• Clase riesgo 4: situación en la cual la madera está en contacto directo con la tierra o con agua dulce, expuesta constantemente a la humedad, conduciendo a niveles de humedad de más de 20%.
  Por ejemplo: postes plantados en el suelo, base de madera..
• Clase riesgo 5: Situación ens la cual la madera está permanente en contacto con agua salada.
  Por ejemplo: pilotes sumergidos, objetos de barco, pistas.. a autoclave