El acolchado o mulching consiste en cubrir la superficie del suelo con diversos materiales utilizados en jardinería y/o agricultura. Es una práctica empleada en agricultura desde hace tiempo para garantizar la salud de las plantas y puede emplearse tanto a gran escala como en campos de cultivo, o en la maceta de su jardín. Esta técnica se usa tanto en invierno para proteger a nuestras plantas del frío, como en verano para mantener nuestro suelo fresco, previniendo la evaporación de nutrientes y protegiendo así las plantas del sol y el calor.
Objetivos del mulching
- Mantiene la humedad necesaria, conteniendo la evaporación, de esta manera favorece el ahorro de agua reduciendo la necesidad de regar constantemente.
- Actúa como amortiguador térmico, permitiendo acumular y retener el calor; mantiene el suelo más tibio en invierno y más fresco en verano.
- Protege las raíces de las oscilaciones térmicas; cuando se coloca alrededor de los árboles, facilita su cuidado y puede reducir las posibilidades de daño de las maquinas corta césped.
- Cubrir tus plantas mediante un acolchado evita que la superficie se vuelva compacta y se agriete; mejorando la aireación, la estructura del suelo, y con el tiempo el drenaje.
- Impedir el crecimiento de las malas hierbas; una capa de 5-10cm de grosos ayuda a reducir la germinación y crecimiento de las malas hierbas, y eso es importante ya que quitan luz a las plantas.
- Inhibe algunas enfermedades de las plantas.
Materiales para el mulching o acolchado
Hay un número ilimitado de materiales que pueden usarse para hacer un acolchado, y en nuestra tienda online te ofrecemos todo tipo de material de alta calidad. Los principales requisitos para cualquier tipo de material son los siguientes:
- Debe ser un material sano. Evitando los vegetales en descomposición, las mezclas que contengan semillas de malas hierbas o si sospecha que podrían tener alguna enfermedad.
- El material para el mulching debe ser lo bastante ligero y transpirable como para que deje circular el aire, debe cumplir su papel de aislante y a la vez ser agradable.
A parte de los productos que puedes encontrar en nuestra tienda, existen muchos recursos naturales para proteger el suelo, y aparte del ahorro que supone si hablamos de jardines sostenibles quizás son los más adecuados:
- Hierba cortada. Es sumamente importante que la hierba este previamente secada, ya que la hierba recién cortada y húmeda se compacta, se pudre e impide que el suelo respire. La principal ventaja de utilizar hierba cortada es que su precio es cero, y podemos disponer de toda la que necesitemos durante la primavera y el verano. Hay que dejar que se sequen al sol durante dos o tres días antes de expandir una capa de 5 cm, no más, ya que si es de más se corre el riesgo de formar una capa que se desgaste por el agua de la lluvia o de riego y que perturbe la penetración del agua. Este acolchado se descompone al cabo de entre varias semanas y algunos meses, por lo que es una solución para el empajado de la temporada de verano.
- La paja. Es el acolchado ideal ya que es ligero, limpio, retiene el agua y el aire en sus finos tallos. Además es un aislante excelente y buen sistema para mantener la humedad. Pero es difícil encontrarlo fuera del medio rural y poco práctico a la hora de almacenarlo o transportarlo.
- Las cortezas de hojosos. Hay muchas especies forestales disponibles, algunas veces propuestas en forma de mezcla. Se mantienen varios años y su precio, que en un principio era muy elevado, se ha ido atenuando. De todas formas hay que reservarlas a pequeños espacios, a los pies de los arbustos, a las pequeñas escenas paisajísticas y a las jardineras.
- Hojas de periódico. Otra práctica de reciclaje total, es colocar hojas de papel de periódico sobre la zona que vamos a acolchar y cubrirlas con el material deseado. Conseguirás retener mayor cantidad de humedad, reciclaras el papel, ya que este acabará por incorporarse al terreno y evitarás casi completamente la aparición de malas hierbas.
Normalmente basta con poner la capa del acolchado directamente a los pies de las plantas. Pero para crear un acolchado que cuadre con las reglas del cultivo hace falta una pequeña preparación. Primero habrá que quitar las malas hierbas más persistentes del terreno como la grama o la enredadera. A continuación, antes de poner el acolchado, fertilice ligeramente el terreno con 1kg por m2 de abono para iniciar la descomposición de la capa de acolchado. Riegue el terreno si estuviera seco e iguálelo, quitando las piedras y deshaciendo los trozos de tierra compacto. Para acabar coloque el acolchado ligeramente cruzado a los largo del camino del jardín o en las macetas, a unos 4 o 5cm de profundidad, para que el viento no se lo lleve.
Uso y colocación
- En la técnica del cultivo natural se excluyen las lonas de plástico negro, aunque sean biodegradables, no porque sean artificiales, sino porque su colocación impide el aporte de material orgánico, que constituye la esencia de la propia técnica y que debe renovarse constantemente;
- El material orgánico tiene que disponerse formando un estrato de poco espesor (de 5-10 cm como máximo); en caso contrario, una parte considerable puede permanecer durante mucho tiempo sin descomponerse, albergando insectos, larvas y caracoles;
- La velocidad de descomposición depende, además de la temperatura y de la humedad, de la calidad del material; los detritos de gran tamaño, ricos en celulosa lignificada (tallos de maíz, virutas, serrín), necesitan mucho más tiempo para descomponerse que los acuosos y tiernos (hojas, residuos del huerto, restos de la siega);
- El acolchado se puede efectuar en cualquier periodo del año, con el terreno cultivado o sin labrar, después de arado o después de la cosecha, en otoño (para proteger las raíces del frío) o en verano (para protegerlas del calor);
- Los residuos vegetales, ricos en celulosa, se descomponen en el suelo con la intervención del nitrógeno, que la microflora utiliza para multiplicarse;
- En otoño-invierno se puede disponer material sin descomponer, incluso grueso o fresco, dado que las plantas, al no tener las condiciones necesarias de luz y de temperatura, no necesitan el nitrógeno para la vegetación (esto es válido sobre todo para el frutal);
- En los periodos en que la necesidad de nitrógeno es elevada -desde la siembra hasta el trasplante, en todo el periodo de actividad vegetativa, y en la reanudación de esta última en los árboles- se emplean materiales descompuestos, o bien se añaden productos que aporten el nitrógeno necesario (harina de sangre, estiércol y compuestos bien fermentados, etc.) o bien preparados específicos que activan la fermentación;
- Al finalizar el inverno, los materiales sin descomponer se entierran junto con el abono orgánico rico en nitrógeno, o bien se utilizan para el compost.