Todos queremos llegar al verano y que nuestro jardín esté lleno de colores vivos y aromas especiales, pero además queremos que nos lleve poco trabajo. Te preguntarás si eso es compatible, pues bien, en este post te explicaremos como hacerlo posible.
Para que esto sea así, el momento de la compra de plantas es muy importante: si te llevas a casa buenos ejemplares, aunque cuesten un poco más, partirás con ventaja.
Para ahorrarte unos euros, compra plantas de temporada. Están a mejor precio y crecerán con más garantías. Eso sí, ten mucho cuidado con las gangas. Si puedes evita comprar cuando haga mucho frío o calor, las plantas sufren más con el cambio de emplazamiento. Rechaza las que presenten tonos pálidos, follaje descolorido y zonas marchitas y dañadas.
Si se trata de un ejemplar de flor, procura elegir uno que no tenga todas las flores abiertas, es decir, con varios capullos por abrirse. En cuanto a su ubicación, piensa antes de elegir la planta con la que quieres contar, dónde la vas a colocar, cuáles son las condiciones de cultivo que necesita y si las vas a poder proporcionar en tu casa, jardín o incluso dentro de casa.
Elige bien el lugar donde vas a poner las plantas en función de la cantidad de luz que necesite cada una. Una vez en su ubicación definitiva, muévelas lo menos posible, pues los cambios de sitio les provocan estrés (además de perder hojas con el movimiento). Las más sensibles son las de flor. No las dejes expuestas a los rayos del sol, aunque sean ejemplares que lo toleren. Necesitan acostumbrarse a la luz poco a poco, incluso si han estado en el exterior.
Aleja las plantas de todas las fuentes de calor. Las hojas se verán afectadas con rapidez y pueden acabar con la planta incluso con una breve exposición. Retira las plantas de las corrientes de aire y de las zonas de paso. El alféizar de la ventana no es el mejor sitio para que las plantas pasen el invierno. Recibirán buena luz, pero la temperatura nocturna del cristal puede bajar mucho y llegar a dañarlas seriamente.
La primavera es el momento ideal para trasplantar la mayoría de los ejemplares, aunque se puede realizar en cualquier época del año dependiendo del tipo de ejemplar. Las raíces no pueden estar ni al frío ni al calor. En primavera y verano no dejes secar del todo la tierra de las macetas. Si llegara a ocurrir, pincha un poco el sustrato para que el agua llegue sin problemas hasta las raíces.