Sin duda alguna, los fungicidas, insecticidas y acaricidas son determinantes a fin de que el proceso de plantación y mantenimiento de tu jardín resulte exitoso y por supuesto efectivo.
Seguramente al inicio te vas a resistir un poco al uso de estos elementos, pero tengamos en cuenta que están hechos para la protección de nuestro jardín. De hecho, si los usamos adecuadamente serán un gran aliado.
Así pues, nos dedicaremos a explicar el empleo correcto de los fungicidas, insecticidas y acaricidas. Conoceremos para qué sirven y cómo se deben emplear de manera correcta.
Los fungicidas, insecticidas y acaricidas
Nuestra principal preocupación antes de entrar a los términos técnicos es aprender a reconocer que no todas las plantas son iguales. Por tanto, cada una de ellas requiere una atención particular. Para su correcto funcionamiento y desarrollo es necesario la aplicación de fungicidas, insecticidas y acaricidas para acompañar el crecimiento.
Pero no solo el crecimiento, sino también el desarrollo y el mantenimiento de este para que se vea estéticamente agradable y sea internamente fuerte. Cuando hablamos de que se sea internamente fuerte, hacemos referencia a la salud de tu jardín.
Conoce el uso correcto de fungicidas, insecticidas y acaricidas
Cada uno de ellos cumplen una función en especial, y cabe destacar que, en Jardinería del Valle, te daremos las pautas para el uso según el ambiente en el que se encuentren.
Cuando hacemos referencia a su uso correcto, no solo referenciamos al producto, también en la forma adecuada de aplicarlo. Y es que, si se aplica de manera densa y demasiado directa, podemos quemar la zona a cuidar, así que no dejaremos de explicar su aplicación adecuada.
¿Qué son los fungicidas, insecticidas y acaricidas?
Los fungicidas, insecticidas y acaricidas están creados con compuestos químicos, especialmente pensados para la eliminación de insectos, como su mismo nombre hace referencia. No todos funcionan de la misma manera, ni atacan a las mismas plagas. A continuación, vamos a desglosar cada uno de ellos junto con su finalidad.
Producto |
Función |
Ejemplo |
Fungicidas | Impide el desarrollo de hongos y moho | Antracnosis |
Insecticidas | Eliminar insectos | Polillas, orugas, caracoles. |
Acaricidas | Eliminar ácaros | Ácaro rojo, eriófidos |
Tipos de fungicidas
Entre las diferentes clases de fungicidas podemos hacer mención de los siguientes:
- Los Fungicidas protectores: son los que se aplican antes de que lleguen los hongos, estos sólo actúan en la superficie de la planta.
- El Fungicidas erradicadores: se aplican en las plantas que ya fueron invadidas por hongos.
- Fungicidas translaminares: afectan directamente la eliminación del hongo, este es el producto ideal para su total eliminación.
Tipos de insecticidas
Luego encontramos la familia de los insecticidas, que tiene un solo objetivo, el cual es defender nuestro jardín de los insectos que puedan perjudicarlo. Estos se dividen en:
- Inorgánicos: directamente ataca a los insectos que ya existen en el jardín o plantas
- Orgánicos: Son los que impiden el crecimiento y la propagación de los insectos.
Tipos de acaricidas
Ahora bien, en cuanto al tema de los acaricidas, este es un tema mucho más extenso, debido a que ataca a una parte bastante contaminante que puede hacer daño a nuestras plantas. Destacaremos los más comunes para el uso de nuestro jardín o pequeñas plantas a continuación:
- Dicofol: que funciona específicamente para eliminar ácaros adultos, cuando olvidamos darles mantenimiento continuo a nuestras plantas, es este el mejor elemento a utilizar
- Propargita: Este es un producto de acción residual que se mantiene en el tiempo, atacando tan pronto cuando aparecen los ácaros. Sin duda alguna, este es perfecto para cuando salimos de viaje.
- Fenbutestan: Aunque este sea un componente creado particularmente para la actividad agrícola, también va bien en el uso doméstico en pequeñas cantidades. Sirve para atacar a los ácaros adultos.
Medidas a tomar antes del uso de fungicidas, insecticidas y acaricidas
Algunas de ellas las puedes dar por sentado, por ello te las recordamos:
- Lee siempre la etiqueta.
- Familiarízate con las precauciones y con la información de primeros auxilios.
- Póngase un equipo de protección personal adecuado, es decir, ropa y otros equipos que se usan para proteger el cuerpo del contacto. Por ejemplo, camisas de manga larga, pantalones largos, overoles, guantes no absorbentes (que no sean de cuero o tela), calzado de goma (que no sea de lona o cuero), un sombrero, gafas protectoras o una neblina de polvo. filtrar.
- Nunca fume ni coma mientras mezcla o aplica estos productos.
Medidas a tomar durante la aplicación
Ahora bien, durante el uso de estos productos debes tener siempre presente lo siguiente:
- Úselo sólo para los fines indicados.
- Usa sólo la cantidad indicada, en el momento y bajo las condiciones especificadas. El doble de la cantidad NO hará el doble de trabajo. Podría lastimarse a sí mismo, a los demás o a la planta que está tratando de proteger.
- Siempre mezcla o diluye el pesticida al aire libre o en un área bien ventilada. Mezcla sólo la cantidad que necesite en cada aplicación. No prepare cantidades mayores para almacenarlas para un posible uso futuro. El pesticida se degradará y se volverá ineficaz con el tiempo.
- Mantén a los niños, las mascotas (incluidos los pájaros y los peces) y los juguetes (incluidos los juguetes para mascotas) alejados de las áreas donde mezcla y aplica el producto.
- Considera insecticidas selectivos, con una gama limitada de plagas objetivo, para evitar daños a organismos no objetivo.
Cómo almacenar estos productos
Pues bien, nunca los coloque en recipientes de alimentos, como refrescos vacíos o botellas de leche. Mantenlos en sus envases originales, que identifiquen claramente el contenido. Vuelve a ajustar bien todas las tapas a prueba de niños.
Si ocurre un derrame, límpialo de inmediato. No lo laves. En su lugar, rocía el derrame con aserrín o arena para gatos. Bárrelo en una bolsa de basura de plástico y deséchalo.
No apliques fungicidas, insecticidas y acaricidas en exceso
La aplicación excesiva podría hacer que estos se escurran o se filtren en los suministros de agua y los contamine. Por otro lado, el exceso de aerosoles puede dejar residuos dañinos en las frutas y verduras de cosecha propia, lo que podría afectar a otras plantas, vida silvestre y peces.
Nunca mezcles ni apliques estos productos cerca de bocas de pozo, desagües de aguas pluviales o cuerpos de agua. Además, debes mantenerlos alejados de las plantas y la vida silvestre que no deseas tratar.
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