El jardín conlleva muchos gastos, aunque la recompensa que obtienes suele ser importante. Sin embargo belleza y ahorro no están reñidos. Te proponemos que pongas en práctica alguno de los trucos siguientes, muy beneficiosos para tu economía, ¡y también para tus plantas!
Un cajón para tus culinarias
Aprovecha un viejo cajón, para cultivar tus plantas culinarias.
¿Vas a tirar una cómoda vieja, un armario o un simple cajón? No lo hagas, con cuatro apaños, los puedes convertir en magníficos bancales elevados donde cultivar tus culinarias pequeñas, menta, orégano, perejil…
Para hacerlo sigue estos sencillos pasos:
- Debes tratar su interior con un producto impermeabilizante o forrarlo con plástico.
- Extiende una capa de guijarros sobre la base para facilitar el drenaje.
- Rellénalo con sustrato nuevo y de buena calidad.
- Coloca las plantas y recubre la tierra con una capa fina de acolchado de grava.
Búscales un emplazamiento protegido, que el frío no pueda dañarlas!
Utiliza ajos contra los hongos!
Tradicionalmente algunas plantas se usan para ahuyentar a las plagas de tu jardín. Es una forma de mantener tu jardín sano, ahorrándote tratamientos químicos y de forma natural.
Los ajos ayudan a prevenir hongos como el oídio, por eso es recomendable plantarlos bajo los rosales. El tabaco dulce resulta muy atractivo para las moscas blancas y los trips, y las dedaleras alejan a los pulgones.
Elabora tus propios insecticidas
La elaboración de tus propios insecticidas te permitirá ahorrar y proteger tus plantas de forma natural.
Usando ciertas plantas puedes elaborar infusiones, extractos, etc que actúan como verdaderos insecticidas biológicos y además gratuitos!
Por ejemplo:
La cola de caballo (equisetum arvense) resulta muy eficaz contra la araña roja y diversos hongos.
Las ortigas (urtica dioica y urens) se usan en purín para repeler los pulgones.
El ajenjo (artemisia) actúa contra hormigas y babosas.