Un invernadero no sólo es un cobijo con paredes transparentes de cristal o de plástico. También es un conjunto de materiales juiciosamente colocados para facilitar las tareas del jardinero, ya que tiene que intentar que los vegetales tengan las condiciones óptimas y más parecidas a las de sus países de origen.
En verano los sistemas para crear sombra son indispensables para evitar la acumulación de temperaturas demasiado altas y para ello puede usar tanto persianas y toldos como trozos de tela. Lo ideal sería implantar un sistema automático que se coloca siempre que la temperatura sea predecible. Sin embargo, el precio es demasiado elevado para los invernaderos de jardineros aficionados. Lo más sencillo y lo menos caro es blanquear los cristales por fuera con un producto especial y que con las lluvias de otoño desaparecen solo.
¿Y qué pasa en invierno? No nos creamos que porque lleguen las heladas tenemos que abandonar nuestro jardín. Con las condiciones ambientales adecuadas en el interior de nuestro invernadero, podremos seguir obteniendo los productos que deseemos. Veamos algunos trucos:
- Cómo aumentar la luz: Si no hay ninguna limitación la orientación recomendable es el eje longitudinal del invernadero de este a oeste, evitando las sombras y la acumulación de polvo y agua en las cubiertas y las paredes.
- Cómo subir la temperatura: Si usamos el doble techo, por la noche se formará una cámara de aire que amortiguará el enfriamiento, durante el día no influye en la temperatura pero si que disminuye la cantidad de luz. Otra opción es cubrir las paredes con un plástico térmico, mantener la puerta bien cerrada o implantar un sistema de calefacción por aire caliente o agua caliente.
- La ventilación es un aspecto fundamental sea cual sea la época del año y el tiempo que haga. Por ello es conviene abrir las ventanas al menos 1h al mediodía en invierno o dejar las ventanas abiertas por la noche en verano. De esta forma evitaremos posibles plagas.
Hay que tener en cuenta que las plantas en invernadero necesitan más cuidados y atención que en tierra. Limpiar a fondo las jardineras, retirar las hojas secas o enfermas y acertar con el tamaño de las macetas, son gestos que nuestras plantas agradecerán. Sin embargo, no todo acaba dentro del invernadero, podemos seguir plantando fuera de él siempre que tengamos extrema precaución con las condiciones meteorológicas adversas.
Cuando las temperaturas comiencen a bajar de los 6ºC, comience la preparación realizando una limpieza completa, eliminando las malas yerbas y recogiendo las hojas que caen de los árboles. Estas últimas las puede utilizar para realizar compost orgánico.
En nuestra tienda online te ofrecemos mantos de hibernación fabricados en tejidos ligeros y permeables al agua y al aire que evitan la deshidratación de las plantas, dejando pasar la luz provocan un efecto invernadero que sirve para la protección invernal. Hay plantas para las que un manto de hibernación no es suficiente (plantas no rústicas, cítricos, rosales….) y hay que alejarlos del hielo. Para ello contamos con los invernaderos.