Después de los largos meses de invierno, el jardinero está impaciente por encontrarse con sus herramientas, trabajar la tierra, cultivarla. Pero hay que ser prudente y tener en cuenta el clima de su región.
El clima de marzo es caprichoso, todavía son frecuentes los chubascos y las heladas que no habrán terminado en abril. Pero también hay bellas jornadas, aunque en ocasiones demasiado calurosas para la estación. Aprovéchelas para preparar los parterres, sembrar y plantar especies capaces de soportar el frío o utilice medios de protección para garantizar su desarrollo, como el túnel.
Preparación del terreno
- Ablande la tierra
Cuando el terreno esté suficientemente seco, trabájelo con un rastrillo o un arado de largos dientes a 20 cm de profundidad. Muela los terrones de tierra, retire las piedras grandes, así como las malas hierbas con sus raíces y después pase un rastrillo de dientes finos para ablandarla más tiempo. Si se desentierran gusanos blancos u otros gusanos parásitos, aplástelos inmediatamente.
- Abone, fertilice
Aporte abono para ablandar los terrenos arcillosos y a los suelos arenosos para darles más cuerpo, así como un fertilizante orgánico completo, excepto para aquellos terrenos reservados al cultivo de ajo, cebolla y chalota.
- Acondicione los parterres
Nivele la superficie del parterre con un rastrillo, después trace sus dimensiones con la ayuda de un cordel. Si su longitud depende de sus exigencias en legumbres y también de! espacio disponible, esta longitud no debe sobrepasar el metro. Esto permite sembrar, plantar, cuidar y recoger respetando los senderos, sin verse obligado a poner un pie en el centro de un cultivo.
- Cuide
Siempre que el tiempo acompañe, bine la tierra entre las hileras de ajos, cebollas y chalotas plantados en otoño, de lechugas de invierno y de milamores.
Limpie las fresas suprimiendo todas las hojas marrones o desecadas, luego rasguñe la tierra en torno a los pies y añada a cada fresa medio puñado de abono orgánico rico en potasa.